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El 28 de noviembre de 2023, el ICTJ organizó un diálogo internacional en Bogotá, Colombia, para compartir estrategias innovadoras para promover los derechos de las víctimas a obtener reparación por abusos contra los derechos humanos y para establecer políticas de desarrollo más centradas en las víctimas. La reunión también marcó el lanzamiento oficial del nuevo informe del ICTJ: Promoción de los derechos de las víctimas y construcción de comunidades justas: estrategias locales para lograr la reparación como parte del desarrollo sostenible, que presenta las conclusiones de un estudio comparativo de dos años de duración sobre los esfuerzos locales en Colombia, Gambia, Túnez y Uganda para avanzar en las reparaciones.

A lo largo de 2023, los expertos del ICTJ han ofrecido su perspectiva única sobre las noticias de última hora en todo el mundo como parte del Informe Mundial. Sus perspicaces comentarios han puesto de relieve el impacto que estos acontecimientos tienen en las víctimas de violaciones de derechos humanos, así como en luchas más amplias por la paz y la justicia. En esta edición, recordamos el año pasado a través de la columna Expert's Choice.

El 28 de noviembre, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) será anfitrión de un seminario internacional para explorar las sinergias entre las reparaciones y el desarrollo sostenible en Bogotá, Colombia. El evento, titulado "Diálogo Colombia – África sobre reparación a víctimas y desarrollo sostenible", reunirá a socios del ICTJ de Gambia, Túnez y Uganda, junto con representantes de la sociedad civil y del gobierno de Colombia, con el fin de intercambiar estrategias locales para fortalecer las reparaciones a víctimas de violaciones a los derechos humanos y la manera en que las reparaciones pueden contribuir al desarrollo local y nacional. El ICTJ presentará también un nuevo informe de investigación sobre este tema.

El 15 de octubre, el Secretario General de la ONU hizo dos fuertes llamamientos humanitarios: que Hamás libere a los rehenes inmediatamente y sin condiciones, y que Israel permita que la ayuda humanitaria entre en Gaza sin obstáculos para que pueda llegar a los civiles que la necesitan desesperadamente. El Consejo de Seguridad de la ONU oyó sus palabras, pero no las escuchó. Mientras tanto, que los gobiernos con poder para persuadir a los actores involucrados en las hostilidades a respetar el Estado de derecho no lo han hecho. Sin embargo, el imperativo moral es claro y simple.

El 7 de octubre, el mundo observó con horror cómo miembros del grupo militante Hamas masacraban a más de 1.400 israelíes, la mayoría de los cuales eran civiles, incluidos niños y ancianos, en un ataque premeditado y sofisticado. La respuesta de Israel hasta ahora no ha sido menos horrorosa. Olas incesantes de ataques aéreos indiscriminados contra Gaza han alcanzado edificios residenciales, instalaciones médicas y otras infraestructuras civiles críticas, asediando todo el enclave y dejando más de 5.000 personas muertas, entre ellas 2.000 niños. Desafortunadamente, estas atrocidades indescriptibles –cuya condena y rechazo se nos han acabado las palabras– no son acontecimientos aislados que suceden en el vacío. De hecho, son sólo los últimos episodios de un ciclo de violencia que dura 75 años.

Hace ocho años, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de junio como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos en un esfuerzo por crear conciencia sobre esta táctica endémica de guerra; honrar a las innumerables víctimas y sobrevivientes en todo el mundo, así como a quienes trabajan para poner fin a estas violaciones; y finalmente, erradicar esta práctica deshumanizante. La historia ha demostrado que cada vez que hay una crisis política o de seguridad yuxtapuesta a una respuesta militarizada, la violencia sexual relacionada con el conflicto se despliega como táctica para someter, deshumanizar y aterrorizar a civiles y opositores.

El 21 de marzo, el parlamento de Uganda aprobó el proyecto de ley contra la homosexualidad, adoptando la ley anti-LGBTQ+ más dura del mundo. Según él, la homosexualidad se castiga con cadena perpetua, mientras que la "homosexualidad agravada" se castiga con la muerte. El proyecto de ley no solo amenaza los derechos de las personas LGBTQ+, sino que socava y erosiona el compromiso de Uganda con los derechos humanos.

Kampala, 17 de octubre de 2022— Dieciséis años después de que terminara el conflicto de décadas entre el gobierno de Uganda y el grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA), las víctimas continúan lidiando con sus persistentes efectos. Las víctimas de la violencia sexual relacionada con...

En 2020, MELAH se ha aliado con el Centro Internacional para la Justicia Transicional –ICTJ– para llevar a cabo, contra viento y marea, el Tercer Encuentro internacional de Hip Hop: Verdad, Memoria y Resistencia. Los 4 días de programación incluyen paneles, muestras artísticas, mesas de discusión, showcases de artistas nacionales e internacionales, talleres y charlas donde se abordarán temas desde la inclusión, la participación y la formación como: “Construcción de Paz y Hip Hop”, “Hip Hop Transformador en Bogotá”, el papel del Hip Hop en procesos de movilización en Latinoamérica “Latinoamérica arde” entre otros, con invitados de todas las latitudes como Mj Martialo - Impact Positif (Costa de marfil), Awa Bling (Gambia), Apolonia (Venezuela), Malena D' Lesio (Argentina), Rafuagi (Brazil), Jhonpri MC Systema Solar (Colombia), Nakury (Costa Rica), además de las muestras artísticas que acompañan toda la agenda académica, desde Colombia La Etnnia, Ruzto, Specktra de la Rima y muchos artistas más harán parte de esta versión digital que contará con una traducción en simultáneo para los espacios con invitados internacionales.

Puede parecer trivial para mí escribir acerca de por qué aquellos que continúan señalando el 17 de julio como el "Día Internacional de la Justicia" deberían finalmente dejar de llamarlo así. Muchos grupos de derechos humanos (incluido el ICTJ), agencias de las Naciones Unidas y gobiernos han estado usando públicamente esa frase desde 2010. Es para las víctimas de violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos, incluidos los abusos que constituyen crímenes internacionales en virtud del Estatuto de Roma, que es importante acabar con la idea errónea que fomenta la frase.