Entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, en el marco del conflicto armado interno, el Ejército salvadoreño ejecutó el asesinato masivo de hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes en la comunidad de El Mozote y lugares aledaños, como parte de una estrategia militar de “tierra arrasada”, una táctica que implica destruir comunidades enteras. A 39 años de los hechos en donde alrededor de 1000 personas perdieron la vida, entre ellas cerca de 500 menores de edad, tenemos una nueva ocasión para reflexionar.