“Una comisión de la verdad puede hacer un aporte fundamental a la paz sostenible y duradera mediante el reconocimiento de las experiencias y el dolor de las víctimas.” — Fernando Travesí, director adjunto de programas del ICTJ, y Félix Reátegui, ex asociado senior del Programa de Verdad y Memoria del ICTJ
Durante las negociaciones de paz, las partes involucradas en un conflicto armado pueden decidir que uno de los elementos del acuerdo de paz sea la creación de una comisión de la verdad.
El lenguaje empleado en el acuerdo para establecer la comisión de la verdad tendrá consecuencias para el éxito de la comisión. También lo harán la especificidad y claridad del acuerdo, que puede influenciar la forma en que la comisión es recibida por el público, y si las partes relevantes se toman en serio la comisión o no.
Una vez que un acuerdo de paz haya proporcionado el marco para establecer una comisión de la verdad, el mandato de la comisión ha de ser codificado y definido de acuerdo a sus:
Es necesario formalizar el mandato de todas las comisiones. El mandato puede establecerse por medio de una acción legislativa explícita (como la aprobación de una ley nacional) o definirse en las disposiciones informales de un acuerdo de paz (como en aquellos casos en los que el mandato de la comisión depende del acuerdo de paz).
Comisiones con mandatos establecidos por medio de una ley formal |
Comisiones con mandatos establecidos en los acuerdos de paz |
Pros
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Pros
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Contras
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Contras
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Los comisionados son nombrados para dirigir la comisión de la verdad. La calidad de estos comisionados es fundamental para la efectividad de una comisión de la verdad. Un mal nombramiento puede hacer que se pierdan los logros de las primeras fases del proceso.
Características fundamentales de los comisionados:
Los comisionados nacionales cuentan con valiosos conocimientos de primera mano acerca de las sociedades en las que se desarrolla una comisión, pero su imparcialidad puede verse comprometida por conflictos internos o sesgos.
Los comisionados internacionales a menudo son requeridos por su competencia técnica y experiencia en operaciones de búsqueda de la verdad. Por este motivo, varias comisiones de la verdad establecidas tras un conflicto han dispuesto la participación de comisionados internacionales.
Las operaciones ordinarias de una comisión de la verdad comprenden tres áreas: investigaciones, divulgación y gestión.
Investigaciones: Usualmente, una comisión que cuente con la financiación y el personal adecuados iniciará investigaciones ambiciosas buscando el testimonio de víctimas y testigos, líderes políticos y excombatientes. Un mandato amplio conduce a investigaciones más complejas, que requieren investigadores expertos de muchas disciplinas diferentes.
Divulgación: La divulgación se realiza para apoyar las investigaciones. Las actividades de divulgación incluyen establecer alianzas con organizaciones de la sociedad civil, diseminar información al público y dotar a las víctimas y sobrevivientes de una plataforma para que compartan sus experiencias con el público.
Gestión: La gestión de una gran operación con personal adecuado, una presencia adecuada en el terreno y una comunicación efectiva requiere unos servicios de apoyo eficientes. Por lo tanto, deben ensamblar un equipo de gestión compacto y eficiente. Un equipo de gestión puede ser el elemento clave para facilitar el acceso a los recursos públicos y a las donaciones internacionales.
“El hecho de que las principales conclusiones y recomendaciones del Informe Final fueran anunciadas púbicamente durante la presentación ha sido reconocido por la sociedad guatemalteca no solo como una demostración de transparencia, sino también de respeto a las 200.000 víctimas del conflicto armado.”— Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas, Las operaciones de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico en Guatemala, 41
Al final de su mandato, se espera que una comisión de la verdad produzca un informe integral en el cual se presenten sus principales hallazgos y recomendaciones. Esto genera interés público en el mandato de la comisión, sus miembros y sus conclusiones. En este punto, las alianzas acordadas por la comisión se vuelven esenciales para asegurar que el informe sea divulgado y que la sociedad lo discuta de manera justa.
No todas las comisiones de la verdad están obligadas en su mandato a presentar su informe final públicamente. Sin embargo, es aconsejable que el informe final se presente y se debata públicamente, no solo para garantizar que la sociedad tenga acceso a los principales hallazgos de la comisión, sino para asegurar que sus recomendaciones sobre reformas políticas sean adecuadamente debatidas e implementadas.
La implementación de las recomendaciones puede ser la tarea con mayores desafíos para una comisión de la verdad, y puede requerir mecanismos adicionales.