¿Destinadas a fracasar?:

La eficacia de las comisiones de la verdad

“El atractivo de las comisiones de la verdad no ha disminuido, pero enfrentan serios desafíos que no se limitan a las situaciones de posconflicto.”— Informe del Relator Especial para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff

Las comisiones de la verdad se han convertido en una poderosa y popular herramienta para ayudar a las sociedades que se están recuperando de una guerra o un conflicto armado. En los últimos 32 años, se han establecido 33 comisiones de la verdad para investigar los abusos de derechos humanos cometidos en el pasado durante periodos de conflicto o represión.

Las primeras comisiones de la verdad fueron implementadas en contextos de transición de regímenes autoritarios, como en el caso del Cono Sur, en América Latina. Las primeras comisiones establecidas en un contexto de posconflicto como resultado de negociaciones de paz fueron las de El Salvador (1992) y Guatemala (1994).

Algunos sugieren que establecer comisiones en un entorno de posconflicto constituye un desafío mayor que hacerlo en un contexto posautoritario. Los conflictos implican diversos patrones de violaciones por parte de diferentes agentes armados, algunos en circunstancias que desdibujan la distinción entre víctima y victimario.

Evaluación de las tendencias

“Una comisión de la verdad no sustituye a un proceso judicial, no puede esclarecer todo aquello que no haya sido abordado en los tribunales, y no está diseñada para canalizar beneficios.”— Fernando Travesí, director adjunto de programas del ICTJ, y Félix Reátegui, ex asociado sénior del Programa de Verdad y Memoria del ICTJ

Si analizamos las prácticas de las comisiones de la verdad establecidas alrededor del mundo, podemos identificar ciertas tendencias actuales que tienen una influencia directa en las posibilidades de éxito de la comisión.

1. Mandatos demasiado ambiciosos

El mandato de una comisión de la verdad es su documento legal fundacional,que a menudo toma la forma de un decreto o ley yque dota a la comisión de la verdad de su estructura, dirección y autoridad.

Hoy en día, las comisiones de la verdad tienden a ser más complejas, con:

• Objetivos ambiciosos
• Más funciones
• Investigaciones de mayor alcance
• Mayores poderes
• Comisiones más amplias que representan a todos los sectores de la sociedad

Asimismo, las comisiones de la verdad por lo general son implementadas en condiciones de un escaso apoyo político que dista de ser ideal y pocos recursos.

 

 

2. Consultas sociales amplias

Las consultas son procesos formales de diálogo entre las instituciones gubernamentales y la sociedad civil que se utilizan para medir la visión, obtener propuestas y definir las condiciones para el compromiso futuro con una comisión de la verdad. Éstas pueden tomar la forma de reuniones con líderes representativos de la sociedad civil, encuestas de opinión pública, grupos focales y foros públicos.

Los procesos consultivos para crear y operar una comisión de la verdad son algunos de los elementos más destacados usualmente como buenas prácticas. Es importante valorar los medios, objetivos y contexto antes de realizar una consulta. Las consultas tienen potencial para crear la percepción de una comisión de la verdad legítima y eficaz.

Sin embargo, las consultas pueden ralentizar las comisiones de la verdad hasta el punto de impedirles cumplir con su mandato. Por ejemplo, en Costa de Marfil se realizaron amplias consultas con el público para determinar el mandato temático de la comisión de la verdad. Sin embargo, el periodo dela vigencia legal de la comisión de la verdad ya había finalizado cuando se completaron las consultas.

 

 

3. Aprobación legislativa de mandatos

En los últimos años, ha aumentado el número de mandatos establecidos por ley, en lugar de por decreto emitido por el poder ejecutivo.

Medios de establecimiento de una Comisión de la Verdad, por década (Clic para agrandar)

Esto podría deberse a que la creciente complejidad de las comisiones puede requerir un instrumento más poderoso que un decreto ejecutivo, ya que algunos pueden ver la creación legislativa como una fuente más fuerte de legitimidad democrática.

Sin embargo, intentar establecer una comisión de la verdad por ley podría aumentar el riesgo de que fracase si:

• El mandato no es aprobado en esa misma la legislatura
• Se compromete la integridad del mandato

 

 

4. Asumir la reconciliación como una meta

Se ha vuelto cada vez más común que las comisiones de la verdad consideren la reconciliación (o el restablecimiento de las relaciones amistosas entre las partes en conflicto) como un objetivo, con la esperanza de que examinar y reconocer el pasado contribuya a lograr una sociedad más pacífica.

Comisiones de la Verdad que incluyen el objetivo de la reconciliación (Clic para agrandar)

Sin embargo, la reconciliación es a menudo un objetivo ambiguo que puede introducir confusiones significativas en el mandato de las comisiones de la verdad y en algunos casos generar expectativas equivocadas o miedos entre la sociedad.

La idea de reconciliación puede generar temores legítimos a que las víctimas se vean forzadas a perdonar a los victimarios y a renunciar a su derecho a una solución efectiva. El Relator Especial de la ONU para la verdad, justicia, reparaciones y garantías de no repetición ha advertido en contra de cualquier uso de la reconciliación para obligar o coaccionar a las víctimas a renunciar a sus derechos.

Asimismo, la reconciliación a menudo se basa en un entendimiento entre grupos a nivel nacional. Sin embargo, en ocasiones puede ser necesaria la reconciliación transnacional, ya sea entre dos países diferentes o entre naciones forzosamente divididas a causa del conflicto.

 

 

Factores adicionales

Elegir bien los tiempos

Una comisión de la verdad gozará de mayor capacidad para ayudar a moldear el discurso y las actitudes si se crea durante el período inmediatamente posterior al fin del conflicto, reforzando así la legitimidad de medidas de justicia y reparaciones.

Secuenciación

Los mecanismos de justicia en contextos de posconflicto, como las comisiones de la verdad, las reparaciones, las reformas institucionales y los procesos penales, no tienen por qué ser ejecutados de forma simultánea. De hecho, podría ser más efectivo, en términos de recursos y tiempo, establecer cada institución según un método secuencial. Si las políticas se implementan juntas, la resistencia política contra una medida podría poner en peligro todas las demás políticas.

Manejar las expectativas

Es importante esforzarse por sostener el diálogo entre las partes interesadas más allá del acuerdo de paz o el mandato legal para poder entender las posibilidades y las limitaciones de las comisiones de la verdad. Sin esto, el discurso público podría ser demasiado optimista o algunos actores podrían sentirse amenazados. Por ejemplo, los ex niños soldado podrían temer participar en una comisión de la verdad por miedo a que su testimonio se use como prueba en un proceso penal en su contra.

Tomar decisiones de forma cooperativa

Es importante mostrarse flexible durante el proceso de las negociaciones de paz, y usar otras experiencias internacionales como guía. Si bien es importante identificar estándares internacionales indispensables, hay ciertas prácticas que no pueden ser transferidas de forma automática de una experiencia a la siguiente. Es importante permanecer enfocado en el objetivo final: establecer una comisión de la verdad que sea independiente del clientelismo político, cuyo trabajo y cuyos hallazgos sean creíbles, y que pueda poner en marcha las reformas políticas necesarias con efectividad.