En su conferencia inaugural, Kofi Annan reflexionó sobre las cesiones de todo tipo que siempre comporta un proceso de paz. Sin embargo, recalcó que, a corto o a largo plazo, no se puede ceder en materia de justicia para alcanzar la paz.

“Gracias a mi propia experiencia en países tan diferentes como Ruanda, Bosnia y Timor Oriental, hemos aprendido que la justicia no es un impedimento para la paz, sino un colaborador esencial”, dijo Annan.

“Creo que cuando abandonamos la justicia para alcanzar la paz es cuando más probable resulta quedarse sin ambas cosas. Mi consejo es que hay que tener la suficiente ambición para aspirar a las dos y la suficiente sensatez para saber cuándo y cómo lograr ese objetivo”, añadió.

La visita de Annan a Colombia durante esta semana ha suscitado mucha expectación, contribuyendo a poner de relieve las extendidas y constantes demandas de justicia que rodean el proceso de paz.

En este sentido, Annan expresó su apoyo a la “lucha colectiva” que está librando Colombia para acabar con el prolongado ciclo de violencia y para fomentar las virtudes de la reconciliación, la solidaridad y la paz.

“Este esfuerzo se ha convertido en un estimulante proyecto nacional que debería movilizar a todos los sectores sociales en pro de la paz. Porque cuando esta llegue, ningún ciudadano colombiano escapará a su influencia”, subrayó Annan.

En su calidad de exsecretario general de la ONU y premio Nobel de la Paz, pocas personalidades internacionales están tan capacitadas como Annan para abordar cuestiones relacionadas con el desarrollo de la paz y la justicia aquí en Colombia. Desde que abandonó las Naciones Unidas en 2006, no ha dejado de defender enérgicamente políticas que respondan a las necesidades de los más pobres y vulnerables.

Annan reconoció que más de 200.000 personas han muerto a consecuencia del conflicto colombiano, en su gran mayoría civiles, y nos recordó que detrás de esa cifra “hay familias y amigos que han perdido a seres queridos”. Y recalcó: “Las víctimas tiene derecho a la verdad. Y también quieren justicia”.

De hecho, en la actualidad el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC están debatiendo cómo responder a las necesidades y derechos de las muchas víctimas del conflicto, elemento este fundamental de las conversaciones de paz de La Habana.

Centrándose en algo que se plantea con frecuencia al abordar las iniciativas oficiales de búsqueda de la verdad en Colombia, Annan habló de la rendición de cuentas penal por parte de los múltiples bandos armados participantes en el conflicto.

Con contundencia advirtió de que “la búsqueda de la verdad no puede sustituir a la justicia penal”, porque una y otra son piezas fundamentales para la reforma del Estado y la recuperación de la sociedad.

“Evidentemente, la búsqueda de la verdad debería determinar la rendición de cuentas de los individuos. Pero esa búsqueda no solo tiene que ver con la responsabilidad personal, sino con la sociedad, el Estado y las instituciones”.

Como explicó Annan, una comisión de la verdad tiene varias funciones, entre ellas la de proporcionar a la sociedad datos importantes. “Con esa verdad se puede avanzar, partiendo de una interpretación consensuada del pasado y una misma visión de futuro”.

Aun reconociendo que la reflexión sobre las experiencias de otras comisiones de la verdad del mundo puede contribuir al debate sobre el esclarecimiento de los hechos en Colombia, Annan recalcó que las comisiones de la verdad deben reflejar las realidades locales, sin “aplicar ciegamente un patrón global”.

Puso como ejemplo la comisión de la verdad argentina, que hizo famosa la expresión “Nunca más” en el título de su informe. Lo que ahora resulta más singular de esa comisión es que se ocupara únicamente del problema de los desaparecidos.

Annan explicó que desde esa época, “el mandato y el alcance de las comisiones de la verdad se han ampliado de forma bastante espectacular, suscitando a veces expectativas poco realistas y, en algunos casos, decepción con el propio proceso de paz”.

De hecho, en los últimos años, las comisiones de la verdad –como detalla el informe publicado conjuntamente por el ICTJ y al Fundación Kofi Annan- se han centrado en un amplio abanico de violaciones de derechos, con investigaciones de alcance muy diverso.

Dado que la búsqueda de la verdad constituye un ambicioso proyecto nacional, Annan subrayó que en ocasiones “es preciso moderar las expectativas mediante costosas cesiones que apuntalen una paz social basada en el Estado de derecho”.

Annan terminó deseando a los colombianos “todo el éxito posible en sus debates y en la ambición de conformar un futuro más prometedor y pacífico para su país”.