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El 25 de octubre, la Unión Africana (UA) y la Unión Europea lanzaron oficialmente su Iniciativa conjunta para la Justicia Transicional en África (ITJA) en Addis Abeba. El proyecto se llevará a cabo durante un período de tres años y promoverá procesos nacionales de justicia transicional en África, en línea con la Política de Justicia Transicional de la UA y su hoja de ruta. La ITJA tiene varias características únicas que, si todos los actores las adoptan y promueven, tienen el potencial de abrir un camino nuevo e inspirador hacia la paz, la justicia y el desarrollo sostenible en el continente africano.

Este estudio comparativo examina las estrategias utilizadas por los actores locales para ayudar a operativizar las reparaciones para las víctimas de violaciones generalizadas de derechos humanos, al tiempo que destaca las sinergias entre estos esfuerzos y el desarrollo sostenible. Se ...

A women in colorful African dress holds a megaphone to her mouth

El 28 de noviembre, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) será anfitrión de un seminario internacional para explorar las sinergias entre las reparaciones y el desarrollo sostenible en Bogotá, Colombia. El evento, titulado "Diálogo Colombia – África sobre reparación a víctimas y desarrollo sostenible", reunirá a socios del ICTJ de Gambia, Túnez y Uganda, junto con representantes de la sociedad civil y del gobierno de Colombia, con el fin de intercambiar estrategias locales para fortalecer las reparaciones a víctimas de violaciones a los derechos humanos y la manera en que las reparaciones pueden contribuir al desarrollo local y nacional. El ICTJ presentará también un nuevo informe de investigación sobre este tema.

El ICTJ y el Consorcio de Organizaciones Etíopes de Derechos Humanos organizaron conjuntamente un evento nacional para aumentar la participación significativa de las víctimas y la sociedad civil en el proceso de justicia transicional de Etiopía. El evento reunió a funcionarios del gobierno y formuladores de política pública de Etiopía, representantes de la sociedad civil, miembros de los medios de comunicación y socios internacionales para discutir estrategias que garanticen que las víctimas y los temas de género sigan siendo el centro de los esfuerzos que se están llevando a cabo en el país para abordar las consecuencias de la violencia reciente y pasada.

El 15 de octubre, el Secretario General de la ONU hizo dos fuertes llamamientos humanitarios: que Hamás libere a los rehenes inmediatamente y sin condiciones, y que Israel permita que la ayuda humanitaria entre en Gaza sin obstáculos para que pueda llegar a los civiles que la necesitan desesperadamente. El Consejo de Seguridad de la ONU oyó sus palabras, pero no las escuchó. Mientras tanto, que los gobiernos con poder para persuadir a los actores involucrados en las hostilidades a respetar el Estado de derecho no lo han hecho. Sin embargo, el imperativo moral es claro y simple.

El 7 de octubre, el mundo observó con horror cómo miembros del grupo militante Hamas masacraban a más de 1.400 israelíes, la mayoría de los cuales eran civiles, incluidos niños y ancianos, en un ataque premeditado y sofisticado. La respuesta de Israel hasta ahora no ha sido menos horrorosa. Olas incesantes de ataques aéreos indiscriminados contra Gaza han alcanzado edificios residenciales, instalaciones médicas y otras infraestructuras civiles críticas, asediando todo el enclave y dejando más de 5.000 personas muertas, entre ellas 2.000 niños. Desafortunadamente, estas atrocidades indescriptibles –cuya condena y rechazo se nos han acabado las palabras– no son acontecimientos aislados que suceden en el vacío. De hecho, son sólo los últimos episodios de un ciclo de violencia que dura 75 años.

La Unión Africana y la Unión Europea han lanzado oficialmente un proyecto de tres años para apoyar a los estados miembros de la UA a medida que incorporan la Política de Justicia Transicional de la Unión Africana y emprenden procesos de justicia transicional a nivel nacional. El proyecto, denominado Iniciativa para la Justicia Transicional en África, será implementado por un consorcio de tres organizaciones lideradas por el Centro Internacional para la Justicia Transicional, el Fondo Africano del Legado de Justicia Transicional y el Centro para el Estudio de la Violencia y la Reconciliación.

Hace ocho años, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de junio como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos en un esfuerzo por crear conciencia sobre esta táctica endémica de guerra; honrar a las innumerables víctimas y sobrevivientes en todo el mundo, así como a quienes trabajan para poner fin a estas violaciones; y finalmente, erradicar esta práctica deshumanizante. La historia ha demostrado que cada vez que hay una crisis política o de seguridad yuxtapuesta a una respuesta militarizada, la violencia sexual relacionada con el conflicto se despliega como táctica para someter, deshumanizar y aterrorizar a civiles y opositores.

En 2023, el movimiento hip hop cumple 50 años. Para honrar sus contribuciones a la lucha por la justicia, la verdad y la igualdad, la Fundación Skoll organizó un panel de discusión y un concierto con artistas de hip hop, incluido el cofundador del legendario grupo de rap Run-DMC Darryl McDaniels y el rapero y productor colombiano Ali aka Mind como parte de su 20mo Foro Mundial realizado en abril en Oxford, Reino Unido. ICTJ, que recibió el Premio Skoll a la Innovación Social en 2009 y se asoció con la Fundación Skoll desde entonces, invitó a Ali aka Mind como representante de Rexistencia Hip Hop, un laboratorio de creación y tutoría artística dirigido por la oficina de ICTJ en Colombia y el medio latinoamericano y fundación Cartel Urbano.

El 21 de marzo, el parlamento de Uganda aprobó el proyecto de ley contra la homosexualidad, adoptando la ley anti-LGBTQ+ más dura del mundo. Según él, la homosexualidad se castiga con cadena perpetua, mientras que la "homosexualidad agravada" se castiga con la muerte. El proyecto de ley no solo amenaza los derechos de las personas LGBTQ+, sino que socava y erosiona el compromiso de Uganda con los derechos humanos.