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La Organización de Derechos Humanos y Democracia de Afganistán (AHRDO), aliada del ICTJ, inauguró recientemente un nuevo museo virtual/base de datos dedicados a las víctimas del conflicto afgano y los abusos contra los derechos humanos. La “Casa de la Memoria de Afganistán” no solo preserva la memoria de estas víctimas sino que también ayuda a allanar el camino hacia la verdad y la justicia. Para lanzar el museo virtual, el ICTJ y la AHRDO organizaron conjuntamente un panel de discusión sobre conmemoración, moderado por la periodista de la BBC Lyse Doucet, en la oficina del ICTJ en Nueva York el pasado diciembre.

Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, el régimen ha implementado una serie de políticas que restringen severamente a los medios independientes y les otorgan un control casi total sobre los medios de comunicación y su contenido. Kobra Moradi es abogado e investigador que trabaja con la Organización de Derechos Humanos y Democracia de Afganistán y autora del informe reciente Restricciones y violaciones a los medios afganos bajo el Talibán . El ICTJ se reunió con el autor para obtener más información sobre el impacto que han tenido estas restricciones en los periodistas y la prensa libre, y el importante papel que aún pueden desempeñar los medios en un régimen tan represivo.

Afganistán es un trágico ejemplo de cómo un país en transición puede revertir drásticamente el arduo camino hacia la paz y la democracia y regresar a un abismo de violencia y represión a una velocidad vertiginosa. En el lapso de unas pocas semanas, los talibanes recuperaron el control del país. Cuando finalmente entraron en Kabul, el gobierno afgano respaldado internacionalmente colapsó. Ahora al mando, los talibanes no han perdido tiempo en demostrar su objetivo de volver a imponer el mismo gobierno extremista y opresivo, a pesar de las declaraciones iniciales que afirman un compromiso con la paz y los derechos humanos.

Solo hace falta echar un vistazo rápido a las noticias para ver cómo el mundo ha vuelto a fallar a los civiles afganos. Afganistán no ha tenido muchos años buenos en las últimas cuatro décadas de guerra, pero los últimos 15 meses han sido decididamente tensos. El caos actual y el aumento de la violencia son prueba de que, a pesar de lo que ha proclamado el gobierno de los EE. UU., la “guerra eterna” continúa. La paz y la justicia significativa y centrada en las víctimas siguen siendo esquivas.

Después de una pausa de varios años, ICTJ ha reanudado recientemente su trabajo en Afganistán. El mes pasado, el pasante de comunicación del ICTJ, Edward Mercado-Gumbs, se reunió con la experta y codirectora del programa del ICTJ en Afganistán, Reem El Gantri, para analizar el renovado compromiso del ICTJ en el país, así como las perspectivas sobre justicia y paz allí.

El ICTJ celebra la publicación del informe final de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil luego de dos años y medio de trabajo para develar la verdad sobre las graves violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar en el país entre 1946 y 1988, haciendo énfasis en el periodo de la dictadura militar (1964-1985). El informe final supone una contribución histórica a la verdad y la justicia en un país donde los crímenes graves no se han afrontado durante décadas, y pide a las instituciones judiciales brasileñas que no tengan en cuenta la Ley de Amnistía y actúen en los casos de crímenes de lesa humanidad.

En nuestro trabajo como asesores de sociedades de todo el mundo, contínuamente nos inspiran personas y comunidades que se niegan a ignorar los abusos del pasado, y que a menudo se enfrentan a grandes obstáculos para arrojar luz sobre éstos. Para honrar su coraje, les invitamos a leer una selección de perspectivas sobre la verdad y la dignidad de aquellos que con sus palabras han forajdo una idea sólida: que la verdad es la base de la justicia. Súmese a la conversación global a través de las redes sociales.

La decisión de Brasil de examinar los abusos cometidos durante la dictadura militar hace varias décadas podría cambiar la cara de la democracia en el país, haciéndola más genuina y transparente. Al mismo tiempo podría tener un impacto aún más amplio, haciendo que Brasil tome una postura decisiva con respecto a los derechos humanos tanto a nivel nacional como internacional.

Entre el 7 y 8 de julio se realizó en Brasilia el II Seminario Latinoamericano de Justicia Transicional. Este evento reunió a especialistas de varios países para debatir sobre los procesos de transición democrática y las violaciones de los derechos humanos cometidas en las dictaduras de países de América Latina.

Esta publicación examina losefectos, riesgos y el potencial de ampliar la aplicación del campo de la justicia transicional a casos en los que no está definido un momento clave de transición política hacia la paz o la democracia y que, por el contrario, se caracterizan por la continuid...