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Justicia y paz han sido las aspiraciones más elevadas de las sociedades modernas. Los aparatos legislativos han promulgado leyes como la 975 de 2005, que ordenaba al Estado paroporcionar instrumentos para resolver conflictos armados sin dejar a un lado intereses sociales fundamentales...

En Colombia todavía está en suspenso la política de reparación a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos. Además de la cantidad de dinero que debe pagarse, existen planes y programas para reparar también a la sociedad.

La necesidad de priorizar la investigación y judicialización de los comandantes paramilitares fue la principal conclusión del encuentro de magistrados de Justicia y Paz organizado por el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) entre el 1 y 2 de septiembre de 2011 en Bogotá. “El...

Con una gran acogida por parte del público y un rico intercambio de experiencias y conocimiento en torno al daño ocasionado a las víctimas del conflicto, a la manera como este daño ha sido representado y a la reparación de las víctimas, se desarrolló el Diálogo Mayor Representar y recordar el daño.

Si bien en Colombia no se ha instaurado una comisión de la verdad, las iniciativas de Memoria sobre el conflicto y la violencia política proliferan en el país. En las regiones, comunidades, centros académicos, instituciones del Estado y organizaciones sociales han desarrollado iniciativas como el...

Una vez aprobada la Ley, sigue la parte dura de atender y resarcir a las víctimas. Definir el universo de los beneficiarios, no entregar el registro a la misma entidad que hará los desembolsos, coordinar las tareas de la Nación y de los municipios, y sobre todo dignificar de veras a las víctimas, son las grandes tareas que el Estado debe cumplir de ahora en adelante.

En los seis años de vigencia del proceso de Justicia y Paz, establecido en Colombia para la persecución de las graves violaciones a los derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por grupos paramilitares que se desmovilizaron entre 2003 y 2005, la Corte Suprema...

Un análisis sobre la necesidad de que ambas instancias coexistan en Colombia, para garantizar que las reparaciones sean efectivas y se extiendan al universo enorme de las de víctimas del conflicto armado.

Más allá de los autores materiales, habría que castigar a los que dieron las órdenes y aún -detrás de ellos- a los “autores de escritorio”, que movieron los hilos de estas empresas criminales. Gracias a los avances en el derecho penal internacional, Justicia y Paz podría coordinarse mejor con la Justicia Penal Ordinaria".

El 9 de abril, Colombia conmemoró por primera vez el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas. La ley de víctimas estableció este día para que el Estado colombiano realice “eventos de memoria y de reconocimiento de los hechos que han victimizado a los colombianos y colombianas”. Hoy, cuando Colombia empieza a pensar en el significado de este día nacional, algunas víctimas y organizaciones sociales consideran que éste es un llamado a la movilización de la sociedad, un día para que las víctimas sean escuchadas, para obtener respuestas del Estado y para crear acercamientos en una sociedad altamente dividida.

La ley de víctimas les dio voz y fecha: el Congreso las recibirá cada año para escucharlas y solidarizarse con su sufrimiento, en nombre de toda la sociedad. Otros actos oficiales dan fe del cambio de clima y de actitud con respecto a las víctimas. Pero efectos concretos, todavía no se ven, escribe María Camila Moreno, directora del Programa Colombia del ICTJ.

En esta segunda entrega de nuestra serie especial de podcasts, “Lecciones de América Latina”, nos adentramos en los 30 años de experiencia en la región sobre justicia transicional de la mano de Pablo de Greiff, director de la unidad de investigación del ICTJ. Con él damos un repaso a los grandes hitos de la justicia transicional en América Latina, desde finales de los años setenta hasta los muchos retos que todavía quedan por afrontar, y descubrimos por qué la región es considerada la cuna de la justicia transicional.

Dentro del marco del Foro Permanente de Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas, que tiene lugar estos días en Nueva York, el ICTJ reunió a varios representantes de comunidades indígenas latinoamericanas en un evento para debatir sobre el aporte de las comisiones de la verdad a la hora de develar las violaciones de derechos humanos sufridas por estas comunidades.

Con la presencia de miembros de la Fiscalía General de la Nación, el tribunal de Justicia y Paz, organizaciones de defensores de derechos humanos de Bogotá, Santander, Atlántico, entre otros, se desarrolló el evento Retos y oportunidades de la reforma de la ley de Justicia y Paz, el 14 de mayo en Bogotá.

Siete años después de su aprobación, la ley colombiana de Justicia y Paz, el ambicioso proyecto para desmovilizar a los grupos armados ilegales, se encuentra inmersa en una crisis. El hecho de contar únicamente con siete condenas, la mayoría de las cuales han sido apeladas y solo una ...

Tras seis años de aplicación, los resultados de Justicia y Paz son decepcionantes. El Senado estudia un proyecto de reforma preparado por el gobierno y la Fiscalía, que ha suscitado preocupaciones y propuestas constructivas. María Camila Moreno, directora del programa Colombia del ICTJ, explora un replanteamiento estratégico para reorientar la Ley.

Después de varios meses de un profundo debate en el Congreso de la República, en los medios de comunicación y en distintos escenarios públicos, el Congreso de Colombia aprobó una reforma constitucional que busca articular diferentes mecanismos de justicia transicional. Esta reforma constitucional...

En situaciones como la que vive Colombia, que hoy cuenta con más de 4 millones de víctimas (entre ellas 376 mil registradas en la Fiscalía General de la Nación esperando justicia), maximizar los mecanismos de rendición de cuentas debe ser una prioridad para dar respuestas pertinentes y oportunas y reivindicar su dignidad. Esto supone entender que el derecho a la justicia no se agota en la justicia penal, y que en un contexto de masividad de violaciones de derechos humanos como el que caracteriza a Colombia después de casi 50 años de conflicto armado interno, no es posible lograr la investigación y sanción penal de cada uno de los hechos y de cada uno de los perpetradores.

El próximo miércoles 1 de agosto se realizará el acto de lanzamiento del documental “Y sin embargo, crecen flores”, una producción del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) que presenta la historia de dos mujeres víctimas del conflicto armado y líderes en la búsqueda de una reparación digna.

Durante varios años, desde el Programa Colombia del ICTJ se ha trabajado para garantizar que el proceso de Justicia y Paz aborde los procesos de crímenes sistemáticos con un enfoque estratégico. En agosto de 2011, Seils asistió a una reunión de alto nivel organizada por el ICTJ con la Agencia de Cooperación Internacional Alemana y la Organización de Estados Americanos. Al encuentro asistieron diversos expertos internacionales con la intención de fijar prioridades y racionalizar el proceso de selección de casos judiciales.

La expedición del denominado “Marco jurídico para la paz” en Colombia plantea varias preguntas. Gustavo Salazar, coordinador programático de ICTJ Colombia, analiza las posibilidades de esta reforma legislativa en el marco de la justicia transicional. "Una de las necesidades urgentes es la aplicación de una política integral de justicia transicional, que tenga presente la interacción y complementariedad de lo penal con la verdad, la reparación y las garantías de no repetición", escribe.

A lo largo de los años, Colombia ha puesto en marcha diferentes iniciativas orientadas a la atención, la asistencia humanitaria y la reparación de las víctimas. Estas han dejado lecciones útiles para el desarrollo y aplicación de la ley de víctimas promulgada en 2011. El libro Polític...

El pasado miércoles 17 de octubre se iniciaron oficialmente las conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y los jefes de la guerrilla izquierdista de las FARC. El éxito de las mismas no sólo habrá que cifrarlo en la desmovilización real de unos 8.000 combatientes. Para alcanzar una paz duradera habrá que repensar el Estado colombiano, víctima y victimario en un conflicto que ya dura más de medio siglo.